martes, 4 de junio de 2013

EL PUZZLE DE TU VIDA



Hace unos años, en una clase de risoterapia, me enseñaron la importancia de la aceptación de las adversidades tal como llegan a tu vida para poder ponerles solución.

Nos ponían como ejemplo el ir conduciendo y pinchar una rueda.
Unos pasan por las lamentaciones “¿porqué todo me pasa a mí?”, “si es que soy un/a desgraciad@...”.

Otros por las quejas “ya estoy hart@ que me pase todo a mí”. 

Normalmente, este tipo de reacciones lleva a preocupaciones inútiles como pueden ser hipótesis sobre las consecuencias que eso acarreará “ahora voy a llegar tarde al trabajo”, “mi jefe se va a molestar”; o por cosas del pasado “si es que tendría que haber ido en bus”, “si hubiera tomado la otra calle esto no hubiera pasado”.

De la forma que actúes, lo que está claro, es que acabarás optando por ponerle solución, o bien cambiando la rueda o buscando quién lo haga.

Gracias a esta historieta he aprendido que las adversidades, cuanto antes se acepten, antes podremos ponerle solución, que las lamentaciones o quejas ante lo que nos pasa, aunque a veces sean inevitables, lo único que nos hacen perder es el tiempo. ¡Y tu tiempo es muy valioso! No hay nada más absurdo que lamentarse por el pasado o preocuparse por lo que vaya a pasar dejando pasar el AHORA.

Tenemos que ser más conscientes del AHORA, y ser capaces de asumir que las adversidades forman parte de éste, y una vez que ocurren lo único importante es ponerles solución y seguir adelante. Estoy convencida que las adversidades son piezas del puzzle de tu vida, siempre hay aprendizaje en ellas y todo pasa por alguna razón.


 
Ante la adversidad pon solución y… ¡SONRÍE MARIPOSA!

lunes, 15 de abril de 2013

UNA MESA CON VISTAS AL POSTE DE LA LUZ



Últimamente estoy reflexionando mucho sobre la perspectiva de las cosas de las personas.

Carecemos de empatía y tenemos el vicio de querer llevar siempre la razón. Pues no polillas mías, no nuestra perspectiva de lo que vemos y nuestra forma de pensar tiene que ser la única y la que está por encima de todo.

Y es que, nadie puede ver por tus ojos del mismo modo que tampoco podemos mirar a través de los ojos de los demás. 

Esto es un ejercicio, que, por experiencia propia, te enriquece como persona… ¡empatizarse!

Sí, por ejemplo, a una persona le fascinan los postes de la luz y a mí me fascina la playa, ¿por qué  la mesa del restaurante con vistas a la playa tiene que ser la mejor? Ahora, algunos, habréis pensado que es la mejor mesa porque es la que prefiere la mayoría de personas que visitan el restaurante, pero os equivocáis. La mesa con vistas al mar SOLO es la mejor para las que nos fascina esa vista, porque, aunque solo sea a una única persona en el mundo que le fascinen los postes de la luz, para ella, la mesa que tiene esa vista es la mejor del restaurante. Podemos opinar igual o no, pero nunca digas que es la peor mesa del restaurante porque para alguien es todo lo contrario, y es tan respetable lo que ven tus ojos como lo que ven los ojos de los demás.



Aquí no hay ni mal ni buen gusto por las cosas, ni equivocaciones o aciertos, simplemente diferentes formas de ver las cosas.

Anímate a empatizar con las personas, enséñales a que lo hagan contigo y… ¡SONRÍE MARIPOSA!

miércoles, 27 de marzo de 2013

¿POR QUÉ NO?



Hay un proverbio chino que dice que el que teme sufrir ya sufre el temor.

Y es que estamos acostumbrados a plantearnos preguntas negativas del tipo ¿Y si…? Sin darnos cuenta que es una pregunta condicional, nos preocupamos por cosas que no han pasado e incentivamos al miedo.

Pienso que las cosas hay que planteárselas de una forma positiva y siendo optimista de que ocurrirán como se quiere.

Por todo esto os propongo cambiar el ¿Y si…? por el ¿Por qué no?  

Esta pregunta tendríamos que utilizarla más a menudo.

Ante una circunstancia en la que hay que tomar decisiones, el camino siempre será más fácil cuando lo aceptamos con optimismo. Luego puede resultar lo esperado o habernos equivocado, pero siempre será mejor que nunca haberlo intentado por el miedo que infunde el planteamiento ¿Y si…?

Lo que tenga que pasar, acabará ocurriendo, entonces ¿Por qué no acepar lo que te venga con optimismo? Una vez obtenido el resultado será cuando se tenga que actuar en consecuencia, previamente hay que vivirlo creyendo que se puede llegar al fin deseado.

Osho decía “La felicidad no tiene nada que ver con el triunfo; la felicidad no tiene nada que ver con la ambición; la felicidad no tiene nada que ver con el dinero, ni el poder ni el prestigio. La felicidad está relacionada con tu consciencia, no con tu carácter. Depende de ti.”



Y es que es más fácil vivir con optimismo que con miedo, vivir con miedo es vivir a medias, hay que saber aceptar las circunstancias de la vida y buscar el lado positivo a todo.

Las horas pasan, los segundo cuentan, no se los entregues al miedo, coge aire y ¿por qué no?... ¡SONRÍE MARIPOSA!

miércoles, 13 de febrero de 2013

TAN SOLO ESE MOMENTO



No sé cómo ni por qué, pero ocurrió, siendo franca, que suelo serlo, ni tan siquiera lo busqué, simplemente me vino ¡chof!

De repente, golpeando mi cabeza, iluminándome, desatando esa venda, la que pasaba por mis ojos y se anudaba en mi nuca y no me dejaba ver la realidad, tan solo ese momento lo cambió todo, fue un momento de lucidez…

Y de repente tenía claro que no andaba en la dirección adecuada, que el fin de ese camino no era mi felicidad, y me di la vuelta con la misma rapidez de tan solo ese momento.

No hay nada que te haga sentir mejor que saber que lo que has hecho es lo correcto, porque sabes que todo volverá a la normalidad y conoces el fin del camino, tu propia felicidad.

Y digo el fin, y no el final, porque la felicidad es un camino a transcurrir, no un destino, y somos nosotros mismos los que, a través de nuestro cerebro, enviamos órdenes a nuestros píes para seguir en éste y no desviarnos.

Todavía recuerdo la pregunta de mi hermana “¿pero qué ha sido lo que te ha hecho cambiar?” No lo sabía entonces, pero ahora sé que fue tan solo ese momento de lucidez, y supe aprovecharlo girando sobre mis pies.




Con esto he aprendido que no es lo que ocurre lo que me hace feliz, sino la interpretación que yo le doy a lo que ocurre lo que genera mis emociones, y, si cambio lo que pienso y aprendo nuevas formas de hacer las cosas, no hay nada que me impida hacer algo.

Así comenzó mi metamorfosis y, aunque me siento mariposa, sigo en continua evolución.

Estate atenta, aprovecha tan solo ese momento y… ¡SONRIE MARIPOSA!

miércoles, 23 de enero de 2013

ELLA NO SE HA IDO



La muerte de una persona querida es, sin duda, el palo más fuerte que te da la vida.

Puede no gustarnos, pero negarla, es como no aceptar la existencia del día y de la noche, del nacimiento, crecimiento y muerte, como parte del proceso natural de la vida…

Ahí es cuando entran a saco en nuestras cabezas las distintas religiones. Hay gente que piensa que esa persona lo está esperando en el cielo y se reencontraran al final de su vida, o quién piensa que ésta será reencarnada en otro ser vivo… para gustos los colores, y, para mí, todo es respetable si con eso consiguen “aliviar” ese dolor.

En mi caso, a mi me gusta pensar que su energía aún sigue con nosotros. Energéticamente aún está viva. Así como el agua se evapora y se hace nube, esta se convierte en lluvia y cae en los mares, el agua no se destruye, solo se transforma.

Y ella está ahí… transformada. No sé si me oye o me ve, pero está ahí… cómo si esa persona en vez de lo que se conoce cómo morir, estuviese en estado de coma, pero en vez de tenerla postrada en una cama, la tienes continuamente a tu lado, puedes hablarle y contarle cómo te ha ido el día, o simplemente, saber que no se ha ido…



Es importante decir en vida a las personas queridas lo que se siente, tanto bueno como malo, no quedarte con eso ahí. Pero si sientes la necesidad de decirle algo y esa persona “ya se ha ido” creo que también puedes decírselo. No te quedes con ese sentimiento dentro, exprésaselo imaginándote que la tienes delante y verás como empiezas a sentirte mejor, evidentemente no será lo mismo que si la tuvieras exactamente delante, pero el ejercicio de sacarlo de dentro y no retenerlo es más bonito y placentero que el de darle vueltas a la cabeza por lo que nunca dijiste.

Inténtalo, es fácil, simplemente escoge un lugar dónde te sientas relajado, imagínate a esa persona y cuéntale…

Verás que poco a poco el dolor se irá “aliviando”, ella no se ha ido… SONRÍE MARIPOSA!!!